Cómo anticiparse a la explosión del enfado

Globo

Hoy vengo a contar una experiencia personal. Esta entrada no será tan teórica como otras. Hoy confieso que no es oro todo lo que reluce; y que en muchas ocasiones, eso de llevar a la práctica la teoría que defendemos no es tarea fácil.

Como habréis podido deducir de mis anteriores textos, soy una persona que me inclino más por la crianza respetuosa que por el modelo conductista. No soy partidaria del rincón de pensar, de los castigos, ni de los chantajes y amenazas. Me gusta la idea de las consecuencias que tienen los actos de nuestro/as hijo/as. Y me interesa de forma especial el mundo de las emociones, sentimientos y la gestión de estos. Hasta aquí, la gente que lee el blog podría pensar que en mi casa reina siempre la armonía, que se oyen risas y música de fondo en todo momento. Y no, no es así.

Desde hace cosa de unas semanas el comportamiento de mi hija mayor (casi 5 años) no es el que desearíamos. Casi todas las tardes nos deleita con lloros, chillos, faltas de respeto, etc. Y confieso que en ocasiones mantener la calma y poner en práctica aquello que defiendo no es fácil, nada fácil. Y me sorprendo a mí misma llevándole a su cuarto ( lo que podríamos llamar rincón de pensar), y me sorprendo subiendo el tono de mi voz ( lo que podríamos denominar chillar), y me sorprendo avisando lo que va a suceder después (sí, sí, lo sé, chantaje o amenaza en toda regla).

Pero no escribo para fustigarme, no escribo para culpabilizarme de todo. Escribo con la intención de mejorar. De compartir experiencias que nos sirvan a todos y todas en la difícil tarea de criar a nuestro/as hijo/as.

En casa hablamos con naturalidad de las emociones, intentamos identificarlas y nombrarlas. Por eso cuando mi hija se comportaba de una manera que no consideramos correcta, (y cuando no perdemos los nervios y no sucede todo lo citado anteriormente) le explicábamos que es que está cansada, que por eso se enfada con mayor facilidad, que a nosotros también nos pasa. Me di cuenta que algo iba mal cuando un día que le pregunté por qué había intentado pegar a su hermano me contesto: “ Estoy cansada”.  Justificaba su comportamiento en el cansancio.

Así que hemos recordado que hay comportamientos que NUNCA toleramos, la falta de respeto hacia alguien (eso también nos incluye a su padre y a mí, claro).  Hemos acordado qué actividades podemos hacer para calmarnos antes de que explote su cansancio y enfado. Esto lo hemos hecho cuando ella está bien, relajada, y tranquila. Y ella misma me ha dado las soluciones : escribir letras, meterse dentro de la “tienda de acampada” que tiene, hacer pompas de jabón en el baño, cantar suave, etc.

Podríamos resumir que los pasos son los siguientes:

1.- Identificar la emoción.

2.- Expresarla (me lo dice).

3.- Anticiparnos a la explosión de esa emoción de forma descontrolada. Eligiendo una de las actividades que ya hemos acordado que nos relaja y tranquiliza.

4.- Controlar comportamiento.

¿ Y vosotros cómo gestionáis estas situaciones? ¿Sois capaces de poner en práctica siempre la teoría que defendéis? ¿ Tenéis una lista de actividades relajantes? Os espero en comentarios.

“ No hay que acusar a las buenas teorías de las malas prácticas” Concepción Arenal.

Texto: Judith Reguero

Fotografía: Nuria Siete

4 comentarios en “Cómo anticiparse a la explosión del enfado

  1. Hola, quiero expresar mi proyecto ya que tengo un niño de 2 años que todavía no llega a tener un comportamiento similar. Para un desfogue de energía abundante con la que cuentan los niños es necesario que se desarrollen dentro de una disciplina deportiva y especialmente un arte marcial oriental, el desarrollar una técnica con estas experiencias físicas, mejora mucho la capacidad de concentración y el manejo de la ira.

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    1. Muchas gracias Ismael por tu comentario. Es verdad que el deporte ayuda en muchos casos en la concentración, en la disciplina, en el manejo de emociones,etc. Siempre puede ser una herramienta para nuestrxs hijxs, especialmente si ellxs muestran interés por realizar alguna práctica deportiva.

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  2. hola, me parece muy interesante que manifiesteas que aunque tengas la teoría lo dificil muchas veces es llevarla a la práctica, tengo tres hijos de 15 años, 11 y 4 y me cuesta mucho llevar a la práctica esto, pero lo intento. Me gustariá que me pudieras aconsejar sobre algún libro sobre el control de las emociones. gracias por tu artículo con tanta sinceridad.

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    1. Muchas gracias Pilar por tu comentario.

      Un libro sobre emociones que a mí (Raquel) me ha gustado mucho es «Haz que cada mañana salga el sol» de Arancha Merino. En este libro la autora habla de las 6 emociones básicas y explica ante qué situación es natural que se dé cada emoción y cual es la función de cada una. Nos ayuda a utilizar las emociones para nuestro beneficio propio.

      Un saludo.

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