Que sí, que ya sé que tenemos que aceptar situaciones, mirar para adelante, coger impulso, aprender de los errores, coger el toro por los cuernos, salir de la zona de confort,etc. Que sí, que ya lo sé. Que yo misma he escrito varias veces sobre todo ello, que he leído varios libros sobre el tema, que he hecho curso sobre ello, que puedo dar consejos y repetir la teoría. Pero que tú y yo sabemos que la práctica es diferente.
Se avecinan tiempos de cambio, en todos los sentidos la verdad. En el profesional y en el familiar. Y parece que todas las bases de mi existencia empiezan a tambalear, parece que no piso en tierra firme, y me mareo. Sí, lo puedes llamar miedo, canguelo. Mi pareja me mira y me dice: “¿te busco un pañal?” y no me vendría mal, estoy cagada.
¿Reconoces esa situación de tener ganas de enfrentarte a un reto, pero paralizarte por el miedo que ese reto te produce? No es sólo que cambie de trabajo. Eso sería asumible. Es todo lo que va a implicar: menos rato con los niños, menos rato con mi pareja, menos rato para mí, más cansancio, más stres,…
No te voy a negar que cuando pienso en mi nueva jornada laboral me siento mala madre. Yo que decía a diestro y siniestro que nunca les dejaría en comedor mientras pudiese, me encuentro ahora replanteándomelo. Qué ricas están mis palabras, porque ahora me las tengo que comer con patatas.
Yo, con lo mal que llevo el cansancio, que si estoy muy cansada no como, ni hablo, solo gruño, no me aguanto ni a mi, ni a nadie.
Yo, que he presumido y dado consejos sobre lo bueno que es sacar un ratito para ti, mirar al cielo, sonreir a los pajaritos, mirar la forma de las nubes, meditar, escribir, pensarte a ti misma. ¿Ahora cómo lo hago? Si estoy cansada no puedo.
No antes no te mentí, antes era verdad, y ahora también. Ahora creo que va a ser más difícil hacerlo todo. O igual no, quién sabe. Tú y yo sabemos que la práctica es diferente.
Un abrazo,
Judith.